Casi todo el mundo puede recordar una época en la que estaban "perdidamente enamorados". Durante este jugoso momento de la vida, nuestra percepción del mundo se expande y nuestros ojos brillan de alegría. Nuestro afecto no se limita a nuestro socio seleccionado; más bien estamos enamorados de la vida misma y se nota. Asumimos riesgos para experimentar con nuevos alimentos, actividades y ropa. Escuchamos más, compartimos más y dedicamos más tiempo al placer. Lo que pudo haber sido hostil el día anterior se convierte en el cielo en la tierra cuando estamos enamorados. Ni siquiera nos damos cuenta de los conductores agresivos que nos irritaron muchísimo ayer; hoy, estamos perdidos en ensoñaciones y canciones de amor.
Por sorprendente que parezca, todas y cada una de nuestras células se comportan como un ser humano en miniatura. Dentro de ti, cincuenta billones de diminutas células parecidas a las humanas trabajan juntas. Las células, una al lado de la otra, se ayudan unas a otras a lograr bombear su corazón, respirar sus pulmones y todos los millones de tareas que deben realizarse. Cuando nos sentimos “enamorados”, ¡nuestras células también tienen la vibración del amor!
¡Que haya amor y luz para ustedes en este hermoso miércoles!