Los médicos solían pensar (¡y algunos todavía lo hacen!) Que todo lo que una mujer embarazada puede hacer para asegurarse de que la salud de su bebé sea comer bien y hacer ejercicio; los genes se encargarán del resto. Pero investigaciones más recientes han puesto fin al mito de que el feto no es un organismo lo suficientemente sofisticado como para reaccionar a nada más que a su entorno nutricional. Resulta que cuanto más aprenden los investigadores, más se dan cuenta de lo sofisticado que es el sistema nervioso fetal e infantil que tiene vastas capacidades sensoriales y de aprendizaje: “La verdad es que mucho de lo que hemos creído tradicionalmente sobre los bebés es falso. No son seres simples, sino complejos y sin edad: pequeñas criaturas con pensamientos inesperadamente grandes ”, escribe David Chamberlin en su libro. La mente de su bebé recién nacido.
Ahora sabemos que el feto en desarrollo recibe más que nutrientes de la madre; las madres mis tanto su salud como su salud física tienen un impacto profundo en el desarrollo de su hijo. El feto, por ejemplo, absorbe el exceso de cortisol y otras hormonas del estrés si la madre tiene ansiedad crónica. Si el niño no es deseado por alguna razón, el feto se baña en los productos químicos del rechazo. Si la madre está locamente enamorada de su bebé y su pareja, el feto se baña en las pociones de amor (leíste sobre esto en el último capítulo de “El efecto luna de miel”).
Dr. Thomas R. Verny, cuyo libro pionero de 1981, La vida secreta del feto expuso por primera vez el caso de la influencia que los padres tienen incluso en el útero: “De hecho, el gran peso de la evidencia científica que ha surgido durante la última década exige que reevaluemos las capacidades mentales y emocionales de los niños por nacer. Despiertos o dormidos, muestran los estudios, ellos (los niños por nacer) están constantemente sintonizados con cada acción, pensamiento y sentimiento de su madre. Desde el momento de la concepción, la experiencia en el útero da forma al cerebro y sienta las bases para la personalidad, el temperamento emocional y el poder del pensamiento superior ".
Hasta el 50% de la personalidad de un niño ya se ha desarrollado en el momento de su nacimiento. Los nueve meses en el útero son tan fundamentales para el desarrollo humano en todas las áreas de la vida que Verny dice que le gustaría que las mujeres embarazadas usen camisetas de “Bebé en construcción” para transmitir este hecho crucial. En realidad, la madre (y por extensión su relación con el padre) sirve como el programa Head Start de la naturaleza. A través de la sangre de la madre que atraviesa la placenta, el feto está aprendiendo a sobrevivir en el mundo de sus padres.