(Parte 2)
En física existe un entendimiento de que si dos cosas tienen las mismas vibraciones de energía, comparten "resonancia armónica", lo que significa que cuando una vibra hace que la otra vibre. Por ejemplo, cuando un vocalista puede cantar la nota correcta, una sintonizada con los átomos de una copa de cristal, su voz (vibración) puede hacer que la copa se rompa. La energía de la voz se combina con la energía de los átomos de la copa y las dos energías se vuelven tan poderosas juntas que hace que los átomos de la copa se separen y rompan el vidrio.
Algunas energías cuando se juntan se vuelven constructivas, es decir, las dos energías se suman juntas produciendo una energía vibratoria más poderosa. Sin embargo, dos ondas de energía pueden interactuar y anularse entre sí, por lo que cuando se combinan, el poder de las energías combinadas se vuelve 0. En los humanos, cuando las energías son constructivas y dan más poder, en realidad experimentamos físicamente estas energías como "buenas vibraciones". Sin embargo, cuando dos energías se anulan entre sí, experimentamos este estado de debilitamiento energético como "malas vibraciones".
Las vibraciones de la energía del horno de microondas "armónicamente resonantes" a ciertas moléculas de alimentos hacen que se muevan más rápido, lo que hace que los alimentos se calienten. Los auriculares con cancelación de ruido (p. Ej., Fabricados por la empresa Bose) generan frecuencias vibratorias que son "destructivas" (desfasadas) para las frecuencias de ruido ambiental y esto hace que los sonidos de fondo se cancelen y el sonido desaparezca. Los biólogos ahora están descubriendo que las funciones biológicas y las moléculas se pueden controlar utilizando frecuencias vibratorias armónicas, incluidas las vibraciones de luz y sonido.
Es necesario que la biología incorpore una comprensión de la energía y los campos de energía, porque las ondas de energía influyen profundamente en la materia. Una gran cita de Albert Einstein dice: "El campo es la única agencia gobernante de la partícula". Einstein está diciendo que las fuerzas invisibles (el campo) son responsables de dar forma al mundo material (la partícula). Para comprender el carácter del cuerpo o la salud de una persona, se debe considerar el papel del campo energético invisible como una influencia primaria. El problema es que la medicina convencional no ha reconocido realmente que el campo exista, aunque la “influencia de fuerzas móviles invisibles” se ha demostrado en artículos científicos publicados durante más de cincuenta años.
El modelo convencional de medicina basado en la física newtoniana ha proporcionado milagros como los trasplantes de corazón y las cirugías reconstructivas. Sin embargo, las ciencias médicas alopáticas convencionales no saben cómo funcionan realmente las células y siguen enfatizando de manera inapropiada el papel de los genes en el control de nuestras vidas y problemas de salud. La biomedicina todavía está inmersa en un universo material mecanicista. La ciencia médica centra su atención en el cuerpo físico y el mundo material y ha ignorado por completo el papel de la mecánica cuántica.
Una vez que la medicina comience a comprender y reconocer las influencias de los campos de energía como determinantes importantes e influyentes, tendrá una imagen más realista de cómo funciona la vida. En pocas palabras, la medicina convencional por sí sola no es verdaderamente científica en el sentido de que no invoca los mecanismos del Universo reconocidos por la física cuántica.