La crisis enciende la evolución
Bruce H. Lipton, PhD © 2018
Estamos en un mundo de crisis, desde el colapso económico hasta el deterioro ambiental, el cambio climático, la guerra, el hambre y la pobreza. Si los titulares de hoy te hacen preguntarte sobre el destino de nuestro planeta, aquí tienes algunas noticias que pueden sorprenderte: desde un punto de vista evolutivo, estamos exactamente donde debemos estar.
Al contrario de lo que nos han estado diciendo la ciencia y la religión convencionales, la evolución no es aleatoria ni predeterminada, sino más bien una danza inteligente entre organismo y medio ambiente. Cuando las condiciones son propicias, ya sea a través de una crisis o de una oportunidad, sucede algo impredecible que lleva a la biosfera a un nuevo equilibrio a un nivel más alto de coherencia.
La buena noticia en la mala noticia es que la ciencia de la frontera ofrece tanto la esperanza como el desafío de que podemos navegar con seguridad este oscuro pasaje hacia un futuro sostenible más saludable. Los avances en epigenética, biofísica cuántica y geometría fractal revelan que la civilización se encuentra en el umbral de un importante evento evolutivo.
La crisis que precipita es que la civilización vive actualmente una pesadilla darwiniana autodestructiva en la que todos y cada uno compiten en una "lucha por la supervivencia" mal percibida. Los comportamientos impulsados por esta arraigada creencia cultural producen las crisis que enfrenta el planeta en la actualidad.
Un renacimiento de la ciencia está rompiendo viejos mitos y creando una nueva filosofía de salud y espiritualidad. La evolución emergente no será a través de un cambio físico en la biología humana, sino impulsado por un cambio en la conciencia. La conciencia de las masas está imbuida actualmente de la creencia de que los genes se activan y desactivan y, en el proceso, controlan el carácter y el destino de nuestras vidas. Esta noción, denominada "determinismo genético", ha sido inválida durante más de 20 años. La "nueva" ciencia de la epigenética revela que no somos víctimas de nuestro ADN, sino que tenemos dominio sobre nuestra expresión genética.
La ciencia ha iluminado recientemente la vía molecular por la cual el sistema nervioso traduce la conciencia en química sanguínea, lo que a su vez, da forma directamente al destino epigenético de nuestras células. Estos mecanismos celulares representan los interruptores maestros moleculares a través de los cuales los pensamientos, actitudes y creencias crean las condiciones de nuestro cuerpo y nuestras experiencias de vida.
La historia de la vida humana en la Tierra aún no se ha determinado. Nuestra evolución depende de si los seres humanos estamos dispuestos a realizar cambios en nuestras creencias y comportamientos individuales y colectivos, y si somos capaces de realizar estos cambios a tiempo. Una curación milagrosa espera a este planeta una vez que aceptemos nuestra nueva responsabilidad de cuidar colectivamente el Jardín en lugar de pelear por el césped.
El conocimiento de la sabiduría de los principios de la naturaleza y la capacidad de integrarlos en nuestra conciencia nos brinda la oportunidad de prosperar en este período turbulento de la historia de nuestro planeta. La comprensión de estos principios ofrece una puerta de entrada al empoderamiento personal.
Participemos todos en la mayor aventura de la historia de la humanidad:evolución de la conciencia!