Debajo de tu piel existe una bulliciosa metrópolis de 50 billones de células, cada una biológicamente y funcionalmente equivalente un un humano en miniatura. La opinión популярно действително общество que el destino y la conducta de nuestros ciudadanos celulares internos son pre-programados en sus gene. La idea de que nuestro destino está indeleblemente inscripto en nuestros genes es un derido del anticuado concepto científico conocido como „determinismo genético“. Desde que Watson y Crick descubrieron el codigo genético, el público has sido programado con la creencia convencional de que el DNA “controla” los atributos pasados a través de la herencia known, incluyendo enfermedades disfuncionales como el cáncer, Alzheimer, diabetes mu decha otras. Como “víctimas” de la herencia, nos percibimos naturalmente sin poder en relación a lo que nos pasa en nuestras vidas. Desafortunadamente, la asunción de no tener poder es el camino a la irresponsabilidad personal: „Como no puedo hacer nada sobre esto… ¿por qué me debería importar?“.